Con la misa en recuerdo de nuestros hermanos difuntos en la tarde de ayer, se cerraron los Solemnes Cultos en honor a nuestra Sagrada Imagen que, un año más, hemos celebrado en este mes de septiembre, coincidiendo con la festividad de los Dolores de la Santísima Virgen.

Como viene siendo habitual, el acto central de este intenso fin de semana fue la Función Religiosa celebrada el pasado domingo, a la que acudieron gran cantidad de hermanos y devotos de Nuestra Madre, que llenaron la iglesia. Oficiada por nuestro consiliario, D. Ángel García Benedicto, la Función se desarrolló con la solemnidad que merece y que ya va siendo habitual, gracias también a la participación del cuarteto de cuerda que viene participando durante los últimos años en muchos de los actos de nuestra Hermandad.

Una vez más, en el transcurso de la misa se procedió a efectuar el traspaso de poderes entre los Hermanos Mayores salientes y los que toman el relevo de cara al año cofrade que ahora comienza. Don Ángel bendecía previamente las Medallas que lucirán en todos los actos que celebra la Hermandad durante el nuevo año nazareno, así como los relicarios con un trocito del Manto que la Virgen ha lucido hasta ahora y que se está restaurando de cara a la próxima edición de la Pasión conquense.

En esta ocasión, como novedad, pudimos contemplar a la Virgen de la Soledad en un elaborado Altar de Cultos que incluía gran profusión de flores y, sobre todo, una composición con velas de cera natural. Este altar fue preparado con gran ilusión y esfuerzo por los jóvenes de la Hermandad, que quisieron también sufragar el coste del mismo, de manera que este altar fuera una ofrenda de cariño y amor hacia la Virgen de la Soledad.

Finalmente, cumpliendo con nuestra tradición, ayer celebramos una misa en recuerdo de todos los hermanos de nuestra corporación que ya han sido llamados al Padre, y para quienes siempre guardamos un emotivo recuerdo. En esta ocasión, la afluencia de fieles y hermanos fue mayor de lo habitual, de lo cual nos alegramos enormemente.