Con gran dulzura, sencillez y sentimiento profundo, se dirigía en la tarde ayer Paloma Gómez Borrero a la ciudad de Cuenca. Un Pregón cargado de mensajes intrínsecos hacia la sociedad en general y hacia el mundo nazareno en particular hacía un recorrido por las calles empinadas y empedradas de la ciudad de Cuenca donde los Pasos que componen esta celebración de la Pasión Muerte y Resurección de nuestro Señor se veían fielmente reflejados en sus emotivas palabras.

Con el magistral don de la aplabra que le carazteriza y como así lo había anunciado semanas atrás, relacionaba la celebración conquense y la de capital italiana de manos del Sumo Pontífice, intercalando vivencias muy personales con un claro mensaje que llamaba a la reflexión. "la Historia hoy a 2000 años de distancia sigue llena de odio y de guerras. También hoy somos testigos de dolencia: homicidios, malos tratos a mujeres y niños, conflictos raciales,  violación de los derechos humanos. En nuestras procesiones comprendemos que Jesús continúa sufriendo cuando la Justicia es administrada de manera torcida en los tribunales, cuando la corrupción está enraizada".

Tras su oración, animaba a todos los conquenses a preservar y cuidar el tesoro más valioso que poseen parea mantener su tradición de manera apasionada. La Escolanía de la Soledad de San Agustín, el Coro del Conservatorio de Cuenca y la Bnada de Música de Cuenca aportaban la nota musical con diferentes composiciones y marchas procesionalesa este esperado acto en la Iglesia de San Miguel, que abre la puerta de la Semana Santa de Cuenca.