Un día muy importante para la Hermandad en que cientos de fieles devotos de la Virgen de la Soledad del Puente se acercaban hasta la Parroquia de la Virgen de la Luz para presentar sus ruegos y oraciones a la Madre. Durante La jornada del sábado Nuestra Señora de la Soledad lucía para su besamanos la saya granate bordada en su momento por Encarnación Román, y el Manto de Salida Procesional, otorgando una belleza extraordinaria a la presencia de la Madre ante todos nosotros.

El montaje del Altar en su honor disponía de forma clásica y elegante a la Virgen situada a los pies de su retablo y sobre una alfombra que engalanaba el conjunto. El lote completo de los nuevos candelabros adquiridos por la Hermandad aportaban los puntos de luz y recogimiento. Junto a nuestra Soledad, se situaban dos columnas que sustentaban candelabros prestados por la Camarera, Blanca Benito, con múltiples puntos de luz natural y cuatro jarrones con claveles, nardos y fresias blancos cuidadosamente dispuestos por la familia de Florigama formando un bello exorno floral.Cerraba la decoración el Estandarte Infantil ocupando en el Camarín el lugar dejado por la Madre ofreciendo una bella y novedosa imagen de uno de los enseres de la Hermandad.

Todos los elementos de este acto de Culto continúan el estilo escogido en los años anteriores tratando de recordar al salón del trono de un palacio, en el que la Virgen de la Soledad, descendía de su camarín para recibir el beso y la veneración de sus hermanos y fieles.

Durante la jornada del sábado en que la Iglesia de la Virgen de la Luz estuvo abierta al público según su horario matinal y vespertino habituales, se vivió un acto masivo, avalado por la respuesta de cientos de fieles aprovechando el día caluroso reinante en la ciudad para acercarse a acompañar a Nuestra Madre de la Soledad.