El domingo más cercano al día en que se consagran los Dolores Gloriosas de la Santísima Virgen María se celebra anualmente la Solemne Función Religiosa en honor de Ntra. Sra. de la Soledad (Vulgo del Puente), día central de los Cultos Religiosos de la Hermandad del Jueves Santo en el mes de septiembre, que terminarán mañana con la Santa Misa en recuerdo de los miembros de la corporación fallecidos.

Con gran alegría pero con la misma prudencia, cautela y responsabilidad para salvaguardar las medidas sanitarias establecidas en la Parroquia de la Virgen de la Luz, Sede Canónica de la Hermandad, acudían fieles y devotos de la Madre dolorosa para mostrarle sus respetos en este día tan señalado en el calendario. A la eucaristía, oficiada por el Consiliario de la Hermandad, D. Ángel García Benedicto, asistían también una representante de la Comisión Ejecutiva de la Junta de Cofradías de la Semana Santa de Cuenca y la Presidenta de la Archicofradía de Paz y Caridad, además de los Hermanos Mayores y miembros de la Junta de Diputación de la Hermandad. La ceremoinia era amenizada musicalmente por un Cuarteto de Cuerda que habitualmente colabora con la Hermandad recuperando también melodías calladas.

La Madre doliente, desde su Altar de Reina decorado especialmente para la ocasión por un bello exorno floral y candelería natural, recibía a sus hijos e hijas con rosto resplandeciente. "En estos tiempos tan convulsos que estamos viviendo y sufriendo debemos seguir rogando ante Ella para que nos ayude y nos proteja", rezaba una parte de la monición de entrada.

Durante la Eucaristía, se hacía entrega de unos cuadros de la Virgen a los 5 hermanos y 5 hermanas más antiguos de la Hermandad "por su dedicación y entrega cada día hacia la Madre, acompañándola en todo momento durante las tardes del Jueves Santo o a los pies de su Altar en la Parroquia día tras día", exaltaba el Secretario de la Hermandad, Luis A. Martínez, en sus palabras de agradecimiento hacia todos ellos. Seguidamente, se hacía también un merecido reconocimiento a la persona de Domingo García Torralba, Nuncio (Cobrador) de la Hermandad durante buena parte de su vida. "Bien se puede decir que es la persona que mejor conoce a los miembros de esta Hermandad por sus desvelos y atenciones hacia ellos", reconocía el responsable de la entidad nazarena. Finalmente, terminaba este espacio de homenajes con la entrega de la Medalla de la Hermandad al Consiliario de la misma, "no solamente por ser miembro de la Junta de Diputación sino por la incansable labor desarrollada en la Parroquia y con la Hermandad, especialmente en esta última etapa de pandemia que estamos sufriendo, cuidando de todos nosotros cuando no se han podido hacer las cosas y poniendo todas las facilidades necesarias cuando se nos ha permitido desarrollar los actos", culminaba el Secretario.

La Santa Misa terminaba con la entonación del Stabat Mater, melodía musical de cuerda y viento dedicada en este día a la Madre del Jueves Santo. En definitiva una emotiva ceremonia religiosa que congregaba de nuevo a los miembros de la Hermandad con el deseo y ruego de que la situación vaya mejorando poco a poco y con las mentes esperanzadas en la próxima Cuaresma.